domingo, 17 de julio de 2011

Toni Cano habla del Casal Català del Yucatán

Avui a El Periódico, el periodista encarregat de Mèxic Toni Cano ens parla del Casal Català de Yucatàn. Us ho recomanem:
En la capital yucateca de Mérida, la ciudad blanca , hay una casita maya cuyo techo de guano tiene las cuatro barras. Ese es su emblema. En la pared del patio, donde disertan los eruditos, hay un burro pintado, grande, de tamaño natural. Estacionados en la calle, coches con pegatinas catalanistas de todo tipo, incluso el de un campechano luce una con un burro montando a una res. Aquí llega gente de toda esta península del levante de México; muchos, con apellidos maya y catalán.
 Dentro hay caliu , rescoldo de una tierra original, recuerdos de exilio, huellas de mestizajes, la senyera , mucha actividad, mucho futuro. Y desde luego mucho Barça. A veces los países, sobre todo los pequeños, tienen más vidilla –hasta con enojados– en estos pequeños reductos, lejanos espejos. Los que rodean el Caribe, singularmente, se mueven como si saltaran el Mediterráneo –recuerdos de Pangea– para enlazarse por encima como en una sardana de los mares y los huracanes.
 Referencia cultural
 El Casal Català de la península de Yucatán (A.C., o Asociación Civil, como precisan las normas mexicanas) es uno de los grupúsculos más emprendedores de la red de comunidades catalanas en el exterior. Incluso bajo la actual crisis global, el casal es un punto de referencia cultural en medio de Yucatán, esta llamada «tierra del faisán y el venado», un lema que sigue vigente por eso de que aquí quien no corre, vuela.
 El casal multiplica sus actividades culturales, conferencias, exposiciones, conciertos y ciclos de cine y documentales; celebra con muestra culinaria y todo las cinco festividades principales de Catalunya, así como múltiples encuentros de diversión. Su Biblioteca Abans de l’Alba de Lluís Ferran de Pol es un remanso de poemas y mestizajes, un lugar de lectura y convivencia. En el salón suena Jennifer , el éxito veraniego de Els Catarres. Entre los promotores se cuentan destacados antropólogos y arqueólogos, expertos en el mundo maya, así como profesionales de todo tipo, jubilados y estudiantes.
 Dentro y fuera del casal, todos han relanzado las relaciones entre dos mundos que el tiempo, en lugar de unir, fue alejando. Unas relaciones que pueden volver a ser enriquecedoras, como en aquella época en la que el final de la travesía atlántica era la bien llamada laguna de Términos, una puerta balsámica al paraíso.
 Pero todos en este casal son catalanes o descendientes de emigrados –llegados desde la cercana Cuba en el siglo XIX– que mezclan apellidos catalanes con mayas e incluso hablan catalán con ese peculiar, golpeado acento yucateco. La joven secretaria, por ejemplo, se siente cuatribarrada y azulgrana desde que una de sus tías se casó con un hombre nacido en Catalunya.
 Quizá por eso las camisetas que ella se encargó de elaborar en nombre del grupo de jóvenes del casal tienen siete errores que resultan conmovedores. Como conmovedora fue la ceremonia del fuego que protagonizaron dos chamanes mayas en sincretismo con los fuegos de la noche de Sant Joan. Con sus invocaciones se inició la época de lluvias en forma de tormenta tropical. El verano promete ser feroz, tanto en esta masía maya como en la península de Yucatán.

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