miércoles, 10 de abril de 2013

Éxito en la primera salida de Amics de la UNESCO y MEXCAT a los Patrimonios Mundiales en Catalunya

Por Amilcar Vargas, colaborador de MEXCAT y voluntario de Amics de la UNESCO. 
Todo un éxito resultó el viaje realizado a los vestigios romanos de Tarragona, el Monasterio de Poblet y al Arte Rupestre del Arco Mediterráneo, todos declarados Patrimonio Mundial por la UNESCO y se encuentran localizados en Cataluña. La intención del viaje era dar a conocer el valor universal de los sitios ubicado en territorio catalán y apreciar la importancia que tienen a nivel mundial, pues la denominación Patrimonio Mundial la tienen sitios tan importantes como La Muralla China, el Coliseo Romano, El Taj Majal o Chichen Itzá. 
El viaje comenzó visitando la cantera de donde se extraían las piedras para construir la ciudad romana de Tarragona, incluyendo el Puente del Diablo que fue el segundo lugar del itinerario y que durante siglos llevó agua salvando un precipicio, se siguió con el recorrido a la Villa Romana de Centcelles con restos del extraordinario domo decorado con mosaico, para continuar en la parte central de la actual ciudad de Tarragona y recorrer el Anfiteatro, con una breve escala en el Ayuntamiento para apreciar el Mausoleo construido a Jaume I durante la época modernista para conservar sus restos, pero que al final no pudo ser usada para tal fin. 
Luego de recorrer las murallas romanas nos enfilamos a L'Espluga de Francolí para visitar el cercano Monasterio del Poblet, impresionante conjunto monacal que data del siglo XII al XIV y donde reposan los restos de los reyes de la Corona de Aragón desde esa época. En su interior, aún usado por monjes benedictinos, es posible visitar el impresionante trabajo en cantera y alabastro que convierte al Monasterio en una obra maestra del genio creador humano, criterio por el que fue declarado Patrimonio Mundial desde 1991. Luego de presenciar Las Vísperas, cánticos ceremoniales de los monjes que se hacen en selectas ocasiones concluimos la primera jornada. 
 El siguiente día visitamos el Centro de Interpretación del Arte Rupestre de Montblanc, ciudad muy conocida por su arquitectura medieval pero poco por su patrimonio prehistórico, el cual está muy bien presentado y explicado en este lugar ubicado al costado de la iglesia principal, concluimos la visita con las palabras del director del centro el arqueólogo Ramón Viñas, que también ha trabajado en las pinturas rupestres de la Sierra de San Francisco en Baja California, México, también declaradas Patrimonio Mundial. Por último nos dirigimos a la población de El Cogul, en donde apreciamos La Cueva de los Moros, la única de todo el Arco Mediterráneo de Arte Rupestre con representaciones de mujeres, la cual fue explicada por guías locales voluntarias quienes ofrecen las visitas los fines de semana. 
Este sitio, junto con los más de 700 ubicados en cinco Comunidades Autónomas más (Valencia, Málaga, Andalucía, Castilla-La Mancha y Aragón), conforman el conjunto de arte rupestre más grande de Europa elaborado entre 10.000 a.C. y 4.500 a.C., fueron declarados Patrimonio Mundial en 1998. 
La presidenta de Amics de la UNESCO Rosa Bruguera y el impulsor de esta iniciativa, arqueólogo Amilcar Vargas, agradecieron a los asistentes su presencia y los invitaron a asistir a las siguientes: 5 de mayo al Hospital de Sant Pau y Palau de la Música, 12 de mayo a la Cripta Güell y el 18, 19 y 20 a las iglesias románicas del Vall de Boí, todos declarados Patrimonio Mundial.

1 comentario:

Unknown dijo...

Permítanme una rectificación que creo oportuna, especialmente en estos momentos de transición de Catalunya hacia la recuperación del estado propio. Los restos que reposan en el monasterio de Poblet no son los de los reyes de España, si no los de los condes-reyes de la casa de Barcelona, naturalmente catalanes, y reyes de la Corona de Aragón (bajo la que estaban federados los reinos de Aragón, Valencia, Mallorca y el principado de Catalunya, entre otros). Agradezco el interés por conocer nuestra historia pero no nos la cambien más de lo que ya hicieron los vencedores de las guerras que perdió Catalunya en el pasado.