Fa uns dies l'historiador José Maria Murià Rouret, soci d'honor de MEXCAT, va rebre de mans de l'ambaixador d'Espanya a Mèxic Manuel Alabarta, l'ordre d'Isabel la Catòlica, un dels reconeixements més importants que entrega el govern espanyol.
Murià va rebre aquesta distinció de mans de l'ambaixador que va destacar, en nom del rei d'Espanya, la tasca historiogràfica de l'acadèmic de Jalisco, principalment per buscar una nova mirada per explicar la trobada de dues cultures.
Según "El Informador", "en su momento, el historiador agradeció el reconocimiento con uno de los discursos más aplaudidos de la noche y el único que arrancó tanto carcajadas como lágrimas y alguna que otra ceja alzada.
Y es que Murià, fiel a su estilo, no se limitó a agradecer la distinción: hizo un breve y divertido recuento de su paso por el trabajo diplomático para recordar que hay mucho de España de lo que México debe de cuidarse, y que el trabajo que vale la pena hacer, hay que hacerlo de la mano de los españoles y los mexicanos que no se desprecian, que no se menosprecian y que saben encontrar con dignidad las coincidencias.
Moltes felicitats, amic Murià.
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