Chavela, recuerdo desde Barcelona (1973-2006)

Nuestra Chavela, que se nos ha ido este domingo a los 93 años en la ciudad de Cuernavaca, dejará huellas de su imborrable paso por Barcelona, en 1996, 1997, 2004 y 2006, con conciertos en el Palau de la Música y el Teatre Apolo a los que corresponden las imágenes que os ofrecemos hoy.
Lo que no recuerdan muchos es la primera actuación que tuvo en Catalunya, allá en un lejano 19 de junio de 1973, Doña Chavela, en la temporada del Restaurante Discotheque Tropical 73, unos días después que lo hiciera Joan Manuel Serrat.

"Silencio, silencio: a partir de hoy las amarguras volverán a ser amargas... se ha ido la gran dama chavela vargas", se informaba hoy en su cuenta de Twitter. Ayer en su cuenta de Twitter, Chavela Vargas expresó: "Yo no me voy a morir porque soy una chamana y nosotros no nos morimos, nosotros trascendemos". La cantante, cuyo nombre real era Isabel Vargas Lizano, ofreció su último recital el pasado 10 de julio, en la Residencia de Estudiantes en Madrid, a partir de un disco dedicado al poeta Federico García Lorca. 

El esfuerzo la llevó de nuevo al hospital. Nacida en Costa Rica, el 17 de abril de 1919, emigró de adolescente al México de después de la Revolución, donde se hizo amante de la pintora Frida Kahlo (1907-1954) -se declaró abiertamente homosexual en 2000- y comenzó a cantar en los años 50.
 El primer éxito de su carrera, "Macorina", le agarró en Cuba, adonde había ido para una sola actuación y se quedó dos años. Como tantas otras -"Luz de luna", "La llorona"- la voz de Chavela convirtió el tema en inmortal. La mujer que bebía y retaba como un hombre -nunca quiso ser damisela en apuros, nada más lejos de su naturaleza- y que se paseaba con pistola, se volvió favorita de los grandes compositores mexicanos, como Agustín Lara y José Alfredo Jiménez.

Crónica del primer concierto en Barcelona: 19 de junio de 1973. La Vanguardia
"En una gala única, en un lujoso local moderno de la pineda de Castelldefels, se presento la primera dama de la canción mejicana, Chávela Vargas, por primera vez ante el público de Barcelona. Estilista refinada, la maestría expresiva de Chávela Vargas ha disfrutado de admiración universal desde hace alrededor de veinte años y su don natural unido a su técnica envidiable han creado una escuela interpretativa. Existía expectación por ver en persona esta gran artista legendaria v a pesar de que por desgracia su salud es procaria, la actuación en la pista desató una verdadera oleada de entusiasmo. Eligió Chávela Vargas su repertorio entre las canciones de éxito más reciente con preferencia, así «La Churrasquea», «Negra María», «Nacoriña», «Flor de Azalea». «Simón Blanco» y otras de popularidad más antigua corno «Amanecí en tus brazos» y su eterna «Noche de Ronda». Todas son canciones, de gran belleza musical y de poesía cristalina, aptas a la comunicativa expresividad de rapsoda que domina esta artista singular. El recital fue de gran Intensidad dramá- tica, y supo a corto al auditorio, que no cejó en sus ovaciones hasta que la artista reapareció en escena para ofrecer dos bises —«Tata-Dios» y «Paloma Negra»— en clamoroso triunfo. Y al final quedó bien patente la sensación ffsica de haber presenciado y compartido el arte único de una artista excepcional, que se ilumina gracias a! espíritu de una música y unos versos que viven en su interior con mayor fuerza que la de su prop ; o cuerpo... Fue, en verdad, un recital hondamente emotivo del que se guardará la perenne memoria de las grandes ocasiones inolvidables. —"