En el pasado festival de Cataluña en Cuernavaca, realizado en el Jardín Borda, estuve platicando con Cesar Cárdenas, presidente de la Asociación Cultural México-Catalana (Mexcat), y entre mordidas de su platillo representativo, pan con tomate, hicimos un recuento de la gran influencia que ese territorio ha tenido en nuestro suelo, sobre todo en Tetela del Monte, en la barda atrial que realizó el artista inglés John Spencer (1928 – 2005).
Durante el proceso de construcción del Muro Ondulante, John deseó visitar Barcelona y disfrutar de la obra del arquitecto Antonio Gaudí i Cornet (1852 j1926), considerado como el representante del modernismo catalán. Allá se reconfortó con el Parque Güell, analizó el conjunto habitacional La Pedrera y tomó apuntes minuciosos. Regresó a Cuernavaca con nuevas ideas. Por eso, su barda atrial, que circunda la capilla de los Reyes Magos, por supuesto que recuerda la obra del artista catalán. Un día se lo hizo notar y muy enfático me interpeló: “¡Gaudí es Gaudí, Spencer es Spencer!”. Me dejó de hablar un mes, le molestaban las comparaciones. Sin embargo, la influencia del arquitecto catalán fue definitiva en la obra de John.
El hierro forjado
Al estar diseñando la herrería, John se topó con don Francisco Batllori Peyro, herrero catalán pero avecindado en nuestras tierras desde 1950, que llegó acá buscando el lugar ideal para vivir y reconfortar la salud de su esposa, Alicia. De una manera que no es fortuita, ya que los encuentros se dan por algo, coinciden en tiempo y espacio, se entienden, hacen proyectos y así las ideas se pueden palpar en tres obras maestras y lúdicas en el atrio de la capilla de Tetela del Monte. La primera herrería está en la puerta principal que da a la calle de Moras, con tres nochebuenas, representando el bien y el mal, lo positivo y negativo, todo circundado por un marco de hierro, indicando que las dos fuerzas elementales están implícitas en el ser humano; en el centro de las flores se encuentran los pistilos que recuerdan las chimeneas de Gaudí en los conjuntos habitacionales, seres cósmicos. La otra obra está en la esquina de Moras y León Salinas, con flores estilizadas que a veces se confunden con rostros enérgicos, símbolo de la diversidad, lugar donde doña Guillermina vende desde hace años sus quesadillas. Platico con ella y le pido que cambie sus platos de unicel por otros biodegradables y que no tire basura en el atrio; me mira con ojos de what? y no sabe lo que es la ecología. No la exculpo ni disculpo. En la entrada lateral que todos la toman como principal, sobre la calle de León Salinas, se encuentra la Puerta de pluma de pavorreal. Los fieles la cruzan pero pocos la observan. Es una de las mejores herrerías del mundo, conjunción catalana e inglesa. Una bella pluma de esa ave real que es símbolo de monarquía, con tres coronas móviles incrustadas en el centro, ya que en ese lugar conviven monarcas, los tres Reyes Magos. John me explicó que también quiso representar el pensamiento galileano del sistema solar, donde, al girarla, podemos ver que el sol se convierte en el centro y los planetas, cometas y demás asteroides giran en torno al sol.
Gaudi, Batllori y Spencer, dos catalanes y un inglés, artistas unidos en Tetela del Monte. Gran legado cultural en nuestra tierra.
Para Alicia Batllori, la hija del herrero
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