De todos es conocida la devoción que muchos mexicanos profesan a la figura del Santo Padre. Y como pasó también en Santiago de Compostela, jóvenes mexicanos y otros más entrados en años han recibido con banderas en balcones y en las calles a Benedicto XVI. Algunos provenientes de Girona, Tarragona o Lleida, han acompañado a miles de catalanes con senyeres por las calles de la ciudad condal.
Hacía 28 años que un papa no visitaba Barcelona. Los mexicanos, aunque no han contado aún con la visita de Benedicto XVI recuerdan cinco visitas de Juan Pablo II en 1979, 1990, 1993, 1999 y 2002.
No hay comentarios:
Publicar un comentario