
n el homenaje en la sede del Ateneo Español de México que preside Carmen Tagüeña, se recordó aquel 13 de junio de 1939 cuando el buque Sinaia llegó al puerto de Veracruz con cientos de españoles refugiados.
México ya había acogido a más de 400 niños de Cataluña y de la Comunidad Valenciana, así como a otros pequeños grupos que arribaron a territorio nacional en busques de menor tamaño.
Bustamante Diez señaló que la valiosa conformación del exilio español fortaleció el desarrollo de las humanidades, la ciencia y la cultura nacional y los refugiados impulsaron grandes proyectos como la fundación de El Colegio de México y el Fondo de Cultura Económica.
En el lugar también se presentó el libro de Silvia Mónica García Bernal "Los Maestros del Exilio Español en el IPN", editado por la Dirección de Publicaciones de la institución.
La autora subrayó que ese trabajo busca aportar al estudio de aquel momento histórico trascendental para dos naciones que fortalecieron su hermandad.
García Bernal expresó que, lejos de ser un trabajo terminado, el libro abre la oportunidad para continuar indagando sobre el proceso de incorporación de los exiliados españoles y su aporte a México.
En su oportunidad Eugenio Méndez Docurro, quien fuera director del instituto, sostuvo que han sido muchas las generaciones de mexicanos beneficiadas por la intelectualidad española del exilio.
Enfatizó que la generosidad vino de parte de México al abrir los brazos a los exiliados, pero también de éstos al aportar sus habilidades y conocimientos.
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