El escritor mexicano Juan Pablo Villalobos estuvo este lunes en la libreria La Central, de Barcelona, para promocionar su última novela "Si viviéramos en un lugar normal" la segunda de una trilogía crítica sobre México, acompañado por el residente en Barcelona Pablo Raphael y Emiliano Monge.
La Vanguardia publica hoy un extenso reportaje sobre su presencia en la ciudad y su último libro.
Villalobos piensa que el humor, habitual en sus libros, nos permite acercarnos a la realidad y es además "un arma contra el poder". Villalobos piensa que el humor es "una manera de entender la realidad y no sólo una cuestión de entretenimiento, como se ha sostenido habitualmente, además, es un arma que tenemos contra el poder" y, en ese contexto, el autor trabaja con la opción de "los insultos como vía contestaria contra el poder". Reconoce que los insultos tienen una parte negativa, pueden acabar generando violencia, pero tienen también un aspecto positivo: generan conciencia para resistir y protestar contra el poder de unos gobiernos que responden a los intereses económicos de unas minorías".
La trilogía, iniciada con "Fiesta en la madriguera", pretende ser asimismo un homenaje al escritor Jorge Ibargüengoitia, "injustamente olvidado y nunca incluido en el olimpo de los escritores mexicanos por esa tendencia a menospreciar la literatura humorística". Con el humor, Villalobos pretende romper con la solemnidad de que peca habitualmente la literatura en español y en particular la literatura mexicana, pero finalmente, sin ánimo de justificarse señala: "Escribo así porque es lo que puedo hacer e incluso cuando escribo reportajes serios siempre acaba filtrándose algo de humor".
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"Si viviéramos en un lugar normal" (Anagrama) es la historia de una "novela fracasada", pues, como dice el propio autor, su intención era escribir una novela sobre Carlos Salinas de Gortari, un personaje que le fascina y que presidió México entre 1988 y 1994. Villalobos escribió esta novela hasta siete veces y al final Salinas solo sale en un párrafo, pero su sombra está muy presente en las páginas de la obra. El escritor mexicano comenzó a escribir esta historia en 2009, antes de que se publicará "Fiesta en la madriguera" y consiguió acabarla a finales del año pasado en Brasil, donde se estableció hace un año. Villalobos define, sin tapujos, su libro como "una novela política" para explorar los grandes problemas de México, desde el interior de una familia, que puede representar a la generación nacida a finales de los 60 y principios de los 70, y a sus padres, que habían vivido el milagro económico mexicano y luego sufrieron la crisis de los 70. Ese cliché de una generación que transmitió una "educación del insulto" como reacción a las noticias catastróficas que veían cada noche en los noticiarios, "en una época de hiperinflación y con una situación económica delirante".
En ese contexto, Villalobos se muestra comprensivo con "la reacción airada" de gente como su padre, que lanzaban insultos contra la clase política. Además de la política, la novela puede tener una lectura sobre el crecimiento y la madurez en una ciudad como Lagos de Moreno, en "una de las zonas más conservadoras de México, zona de beatos y beatas, de curas y cuna de la revolución conservadora de los cristeros. En ese contexto, añade el autor, los personajes idean "estrategias vivenciales para huir del aburrimiento" y es ahí donde Villalobos describe muchos detalles y anécdotas robados de su historia familiar, aunque esa familia no se parezca en nada a la suya. Villalobos opta narrativamente por el riesgo, al "trabajar con muchos materiales narrativos, sin una preocupación excesiva por el conjunto, por que todo esté perfectamente encajado", pues es el tipo de literatura que más lee y más le gusta es un tipo de novela muy francesa, que viene de Raymond Quenaud o de Alfred Jarry y su Ubú rey.
De hecho, agrega, Salinas podría ser visto como "un Ubú rey, que en lugar de decapitar, privatiza". Las tres novelas que formarán la trilogía tienen en común el ser narradas desde la primera persona, con una perspectiva humorística: La primera ofrecía una mirada sobre la infancia, esta segunda sobre la adolescencia, y la tercera, que aún está en proceso, será una novela narrada desde la vejez. "Si viviéramos en un lugar normal" difiere de la primera en la sintaxis, más rebuscada, que responde a la forma de hablar de los políticos mexicanos, argumenta. Sobre la situación de México, Villalobos piensa que "está peor y va a estar peor", porque en diciembre habrá el cambio presidencial y "pasaremos de un presidente sórdido, patético y nefasto a otro igual con la vuelta del PRI, ese partido que surgió en los años 20 para pacificar a los caudillos de la revolución".
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