El sacerdote mexicano Alejandro Solalinde, amenazado de muerte en su país por su defensa de los derechos humanos de los inmigrantes centroamericanos, ha iniciado hoy en Barcelona un periplo de más de dos meses por Europa para denunciar la situación de las personas inmigradas en su país.
Solalinde ha explicado a Efe que un político de su país ha puesto precio a su cabeza -"cinco millones de pesos"- y que tanto Amnistía Internacional como dos procuradorías le han aconsejado que alargue al máximo su viaje para intentar calmar la situación y que cambien las condiciones antes de regresar.
El padre Solalinde ha dicho que espera que las elecciones mexicanas, convocadas para el próximo 1 de julio, sirvan para cambiar alguna cosa "aunque ninguno de los partidos incluye nada en favor de los inmigrantes centroamericanos en sus programas".
El sacerdote ha explicado que el reglamento de extranjería para defender los derechos humanos de los emigrantes de su país está sin desarrollar y ha asegurado que en periodo electoral el gobierno tampoco se lo va a plantear.
Malos tratos físicos y psíquicos, privación de libertad y negación del acceso a la justicia son algunas de las vulneraciones de los derechos humanos de los emigrantes en México, ha denunciado el padre Solalinde.
El religioso tiene previsto realizar hoy y mañana varios actos en Cataluña para denunciar la situación de los inmigrantes en México, donde calcula que aproximadamente 1,2 millones de personas intentan cruzar la frontera norte con Estados Unidos, la misma cantidad que llega aproximadamente desde centroamérica, la mayoría de Guatemala, Honduras, Nicaragua y El Salvador, por el sur.
"Las amenazas no son solamente del crimen organizado, sino también de autoridades y policías corruptos y de personas que quieren hacer negocio con los emigrantes", ha asegurado Solalinde, que es el director del albergue Hermanos en el Camino, ubicado en el sureño estado de Oaxaca, donde unos 200 indocumentados centroamericanos llegan a diario en busca de comida y refugio en su tránsito hacia EEUU.
El coordinador de la Movilidad Pastoral de la Diócesis de Tehuantepec ha explicado a Efe que no tiene previsto entrevistarse con las autoridades eclesiásticas catalanas y que únicamente ha contactado con algunos sacerdotes de base.
Invitado por las Brigadas Internacionales de Paz, Solalinde viajará desde España a Italia, Suiza y Francia para seguir denunciando la necesidad del reglamento de extranjería en su país.
"Aunque siga en pie la amenaza de muerte y gane quien gane las elecciones, el día 3 de julio regresaré a México", ha asegurado a Efe el sacerdote diocesano.
En México funcionan ya 55 albergues para emigrantes que son de la Iglesia y más de 500 defensores de los derechos humanos trabajan en ellos.
Respecto a los emigrantes en Europa, Solalinde ha opinado que aquí "hay una mejor disposición a garantizar los derechos humanos, pero no de los emigrantes, hay mucha resistencia". "¿Por que se garantizan los derechos humanos y la dignidad de unas personas y de otras no?", se pregunta.
Preguntado sobre la progresiva secularización de Europa, el sacerdote mexicano ha dicho que "es consecuencia de una Iglesia que se ha apartado del mandato de Cristo".
"Él nunca mandó una Iglesia para que se hiciera rica y poderosa, sino para que estuviera con los pobres, nosotros mismos estamos alejando a las personas de la Iglesia porque nos alejamos de nuestra misión", ha dicho el sacerdote.
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