lunes, 13 de septiembre de 2010

Entrevista a Manuel de Cisneros, artista mexicà

Manuel de Cisneros exposa fins a finals de mes a la Galeria SETBA (Pl. Reial, 10 Barcelona). Tot i que ell es troba a Oaxaca, hi hem volgut parlar. Podeu trobar l'article de la crònica de la inauguració, la setmana passada en aquest mateix blog.

¿Qué recuerdo guardas de tu estancia en Barcelona?
Ahora que me haces esta pregunta, rememoro muchas cosas que llevo en mi mente y en mi corazón, la ricura de toda la ciudad, en su arquitectura, comida, cultura, costumbres y su vino. Recuerdo el impacto visual que me provocó la diversidad de gente de distintas razas en el barrio del Raval, lo disfrutable de sus calles, el barrio Gótico, el café de todas las mañanas (principio de los periódicos), los amigos que dejé y con quienes compartí grandes charlas y, sin duda, ver las obras de Picasso, Gaudí, Tàpies, Dalí...

¿Qué significa esta ciudad para un artista? Inspiración, diversidad, emoción, experiencia, conocimiento, la oportunidad de crecer, de experimentar y de ampliar el criterio como persona y como artista.

¿Qué ofrece Barcelona? Ver, oír, oler, saborear, mirar y volver a observar y sorprenderme nuevamente. Es una ciudad y una región llena de Arte, donde a cada cuadra se encuentra algo que me llenaba de inspiración, de motivación.

¿Cómo  viviste en nuestra ciudad?
En lo personal, considero que tuve la fortuna de estar en el lugar y momento adecuado, lo cual me permitió una estancia bastante favorable. Me fue muy grato encontrar allí que la gente tiene tiempo para consigo misma y para con las demás personas. Hay tiempo para los amigos. Se puede disfrutar de la vida. En lo artístico es muy amplia la sensación que puede generar, es una ciudad viva.

Tus obras, sin embargo, tienen un carácter muy introspectivo, de personajes casi lúgubres, cenizos, oscuros, decadentes, algunos de ellos gritan, otros se deprimen... todo encima de páginas de economía. ¿Te inspiraban las noticias?
En este caso fueron tres situaciones, la condición económica que pasé durante mi estancia en Barcelona, que no me permitía adquirir papeles "caros"; otra, el color del papel que me gustaba; y lo tercero fue el contraste entre mis temáticas y una superficie que anunciaba algo tan banal, como lo es el tema del dinero.

¿Quién es esa gente?
Tú, yo, él, ellos. Todas las personas. Quienes ocultamos y resguardamos nuestros sentimientos. Cada dibujo es el reflejo de cada una o uno de nosotros. Son espejos donde cada quien se observa en alguno de los personajes y se percibe a sí mismo en lo que siente y piensa.

¿Qué te atrae de trabajar con algo tan desechable como el papel de periódico?
Lo efímero del material, por un lado; y, por otro, la idea de que cualquier superficie es buena, de que no importa su valor económico para desarrollar algún tema. Sólo es atreverse y dejar fuera los prejuicios. Hacer a un lado la idea de pensar que sólo con soportes ”caros” o específicos se puede hacer Arte. Cualquier material es bueno, y su apreciación depende de quien está frente a ese material.

¿Barcelona y Catalunya ayudaron a definir tu estilo?
Por supuesto que sí, sin duda. Soy una persona que vive de las emociones y que transmite lo vivido. Mis horas de soledad, mis largas caminatas y el tiempo que pasé en los cafés, llenaban mi cabeza de ideas (siempre cuaderno en mano). Siempre había algo que necesitaba sacar, hay un antes y un después de Barcelona. Catalunya me permitió crecer en pensamiento, obra y misión.

¿Qué hay de catalán en tu pintura?
Las experiencias vividas en los cafés, la apreciación de los maestros de la pintura catalana, la arquitectura de Gaudí, las caminatas por toda la ciudad y, en especial, las caminatas diarias del barrio de Sants, zona donde vivía, al barrio gótico, me parece que han marcado mi trabajo. (Desde la asociación nos agrada saber que Manuel vivió en el mismo barrio en que nosotros trabajamos a diario)

En cambio la pintura tradicional mexicana se distingue muchas veces por el color. ¿Qué te inspira de México?
La naturaleza, el cielo, la luz, la soledad, la gente y el conflicto que lleva oculto. Todo a mi alrededor es motivo de inspiración. Me parece que en el arte no es posible etiquetar la obra artística de un país en función de ciertas costumbres o prácticas. El arte es universal.

En esta serie encuentro cierto paralelismo con la obra de José Luis Cuevas.
Tal vez, siempre hay coincidencias o similitudes, pero confieso que la inspiración y motivación fueron las idas al museo del Prado y ver en vivo a Goya y sus pinturas negras, y permanecer solo, infinidad de veces, en un café, viendo, oyendo a la gente.

Ya has expuesto varias veces en Barcelona. ¿Qué recibimiento tiene tu obra en Catalunya? Desafortunadamente no tengo una idea clara, pues no resido en Barcelona y para las dos útimas exposiciones no he podido estar presente. Los comentarios que he recibido han sido alagadores. Sólo durante la primera muestra, en 2008, durante mi estancia allí, con motivo de la inauguración de un taller colectivo (donde pintaba en un sótano), tuve la oportunidad de estar presente, entonces percibí que despertó bastante curiosidad e interés mi trabajo, principalmente los que estaban pintados sobre periódico. Pero, finalmente, quien tiene la última palabra es la gente de Catalunya.

Y para finalizar, ¿tienes pensado regresar algún día a Barcelona?
Quiero regresar, espero poder volver, dejé buena parte de mi corazón ahí.

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