De La Jornada de Oriente. En junio de 2013, en el Salón Malafama de la Ciudad de México se exhibieron por primera vez una serie de fotografías pertenecientes al acervo de más de 4 mil negativos tomados por el fotógrafo catalán Fernando Lipkau Echeverría, mejor conocido como “El Araña”, en torno al montañismo de los años 50 del siglo anterior.
Desde hace unos días, en el auditorio de la Aduana Vieja de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP), bajo la curaduría de Elisa Lipkau Henríquez, se expone la serie Fotografía y Montañismo, en la que se abarcan los ámbitos estético, histórico–documental, deportivo y ecologista del montañismo practicado por Fernando Lipkau (Barcelona, 1925–Cuernavaca, 1995).
El fotógrafo llegó a México, junto con sus dos hermanas y su madre, en los años 40. Fue propietario de una de las tiendas de fotografía más reconocidas en la capital, Lipkau Fotostat, y un guía de montaña para los refugiados españoles llegados al país.
Como escribe la propia Elisa Lipkau en el último número de la revista Elementos que publica la UAP, el proyecto “implicó recuperar y restaurar digitalmente más de 3 mil fotografías que Fernando tomó durante tres décadas…, abriendo como se dice en el argot de los montañistas, las rutas de exploración a los volcanes Iztacíhuatl y Popocatepetl, Pico de Orizaba, La Malinche y el Cofre de Perote”.
En dicho artículo titulado De una amistad sobre el hielo: Fernando Lipkau Echeverría y los refugiados españoles en los volcanes de México, señala que luego de llegar a México desde Cuba, Lipkau trabajó un tiempo en una tienda de abarrotes llamada “La Hormiga”, donde él vivía con su madre y sus dos hermanas.
También refiere a la relación tensa que Fernando tenía con su padre, el señor Lipkau Balleta, quien al morir en 1966, dejo un problema legal ante la sucesión testamentaria para el fotógrafo que lo llevó a Lecumberri acusado de abuso de confianza por su propia madre y de haberle robado el negocio familiar. A dicha cárcel entró en marzo de 1967 y salió en septiembre del mismo año, ya que le fueron retirados los cargos.
Elisa Lipkau, la hija menor de su segundo matrimonio, cuenta que “en sus últimas décadas Lipkau fue socio, aunque no fundador, del Mesón del Perro Andaluz que se convirtió en uno de los sitios de reunión más importantes de los refugiados españoles en México, en los años 60…, en donde se gestó un importante movimiento cultural”.
La antropóloga por la Universidad de Londres destaca que “el archivo que Lipkau produjo con las fotografías que tomó a lo largo de 30 años de continuas ascensiones, reúne, como un atlas arqueológico, las diversas rutas de exploración que se abrieron en su época”.
Asimismo, afirma que “el montañismo fue sin duda para los refugiados españoles en México una experiencia formativa de la personalidad, en la que se entrenaban para resistir cualquier prueba de altura con la misma determinación con que habrían peleado la guerra en España, si les hubieran permitido lucharla”
En otro párrafo Elisa Lipkau anota que “las fotografías de Lipkau no solo registran con una mirada antropológica las imágenes de los españoles como una comunidad en el exilio, reconstruyendo sus identidades a través de la exploración en alta montaña, registrando sus experiencias y la forma emotiva en la que interactuaban con la tierra mexicana que los había adoptado…”, sino como anotó el geógrafo norteamericano Sidney White, “Fernando también fotografió los volcanes como un arqueólogo, con la misma precisión y metodología, pero sobre todo, con la misma perseverancia”.
Un aspecto importante que se revela en la serie fotográfica expuesta en la Aduana Vieja –y en la serie complementaria que se exhibe en la Universidad Iberoamericana de Puebla–, es aquella que refiere a la llamada “ruta directa al pecho del Iztaccíhuatl”, un ascenso por una de las paredes del glaciar inferior, que tiene una inclinación aproximada de 45 grados, el cual fue escalado en una única ocasión por Lenin Zabre Ramírez y Fernando Lipkau –el 22 de octubre de 1955–, pues la pared de hielo, con el tiempo se deslavó y en la actualidad ya no existe.
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