Esta semana en De chile, mole y pozole, es el artista José Montes Nicolás, oaxaqueño establecido en Barcelona, el que nos cuenta sobre su plato preferido de la gastronomía mexicana: una Salsa de Chicatanas.
Se tiene que ser muy cuidadoso al atrapar a estas hormigas; son muy agresivas y sus mordeduras son dolorosas. Tienen unas pequeñas pinzas o tenazas que aunque son pequeñas son muy fuertes.
Después de la recolección, las chicatanas se lavan y se ponen al comal, en este primer paso pierden sus alas, patas y tórax, quedando los abdómenes como si fuesen capulines. Acto seguido, se muelen en molcajete, se les agrega ajo, sal y chile y todo se muele hasta obtener una salsa consistente
y se unta un tortilla y listo.
En la alta -o exótica- gastronomía se les puede encontrar en una salsa bañando la carne de cerdo, pero en el ambiente rural y la vida tradicional mexicana existen sólo una par de opciones: una con un poco de sal, chile piquín y limón a manera de botana crujiente, o como protagonista de alguna salsa.
Se trata de la excelente por tradición salsa de pipián (semilla de calabaza), o la más humilde salsa macha (de jitomate y chile verde). Sea cual sea, siempre será acompañada de una tortilla caliente recién hecha, con la que se recibirá a los padres y maridos, poco antes del atardecer.
De tal modo que a la faena se puede aplicar el dicho: “al que madruga, la chicatana lo ayuda”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario