
BARCELONA- Navidad sin pesebre no tendría sentido. La celebración del nacimiento de Jesús impulsa, año tras año, a recrear y escenificar su llegada a la Tierra. Con todo, la tradición se ha convertido a lo largo de los años en una suerte de arte. Desde el pesebre más austero, al más rimbombante–eso sí, sin perder el respeto– pasando por uno hecho a base de plastilina. Las exposiciones de belenes, así como los pesebres vivientes, son una buena opción para pasar un buen rato antes de la llegada de los Reyes Magos.
Además del emblemático Belén ubicado en la plaza Sant Jaume a la vista de todo peatón, el Museo Diocesano de Barcelona, junto la asociación de pesebristas de Barcelona, organiza cada año una exposición acompañada de un extenso programa de actividades y talleres. Este año, el centro acoge, no sólo belenes catalanes, sino también una extensa colección de pesebres mexicanos de la asociación cultural mexicano catalana. Entre las obras que se pueden ver en la Pía Almoina, destacan tres confeccionadas por artesanos indígenas, concretamente de las tribus triqui, huichol y tarahumana. Cada una de ellas plasma las particularidades del arte de estas etnias.
Unos metros más allá, dirección a plaza Catalunya, el Real Círculo Artístico de Barcelona acoge un Belén gigante hecho a base de plastilina. La obra, realizada con 35 kilos de este material, cuenta con 220 figuras ubicadas en 40 metros. Pertenece a la Fundación Educa, cuyos miembros trabajaron o modelaron una a una las figuras durante tres meses.
Pero la oferta de pesebres no acaba aquí. En un centenar de localidades catalanas se exponen belenes a cual más imaginativo. Centros cívicos, sedes de asociaciones, monasterios e iglesias, entre otros lugares, acogen obras de arte cuidadas al mínimo detalle. Toda la información puede encontrarse en la página web de la federación catalana de pesebristas (www.pessebres.cat).
En vivo
Los belenes vivientes son, además, de un sentida escenificación de la llegada de Jesús a la Tierra, toda una experiencia. El más antiguo –su origen data de 1962– y emblemático de todos cuantos se organizan se puede visitar en Corbera de Llobregat. Las representaciones se realizan a las 19.00 y a las 20.00 horas los sábados y vísperas de festivos y los domingos a las 18.00, 19.00 y a las 20.00 horas. La oferta de estas obras también es extensa. Otro ejemplo: el sábado 29, se representará el pesebre viviente de Torre Baró en la parroquia de Santa Bernadeta celebrando su 30 edición.
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