Los sombreros mexicanos, los toros y las muñecas flamencas han quedado atrás. Más allá de las camisetas del Barça y del Madrid, lo último en souvenirs son los productos gaudinianos y que tienen a Barcelona de emblema.
Los coloridos mosaicos de Gaudí decoran ceniceros, juegos de café y figuras de lo más diversas, incluida la del típico toro español. Compiten con bolsas, camisetas, tazas y libretas con el nombre de la ciudad inscrito. El Ayuntamiento de Barcelona quiere potenciar los souvenirs catalanes, y por eso solicitó a los comerciantes que dejaran de vender, entre otros, los sombreros mexicanos. De ahí que sólo queden un par de tiendas en las que los turistas despistados todavía puedan comprarlos. Además, está en vigor la normativa municipal que impide abrir nuevos comercios de souvenirs alrededor de la Rambla.
La ciudad cuenta con tres tiendas en las que encontrar souvenirs artesanales catalanes. La última de ellas fue inaugurada este miércoles en el monumento dedicado a Cristóbal Colón, que desde ahora dispone también de una oficina de información turística. Las alfombrillas para ratón y libretas con el skyline de Barcelona, las réplicas del dragón que Antoni Gaudí albergó en el popular Park Güell y las bolsas elaboradas con la tela que se usaba en Catalunya para confeccionar fardos son sólo algunos de los productos que llenan los estantes de las tiendas BCN Original, en los que no se pueden ver ni toros ni flamencas.
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