viernes, 19 de noviembre de 2010

Un barcelonès explica a Mèxic la Revolució


El diari El Universal s'ha fet ressò aquests dies del curtmetratge "El cura Nicolás colgado" d'Amat Escalante, un barceloní que ha viscut a Guanajuato des de ben petit, i que s'estrena aquest dia 20 a la televisió mexicana commemorant el Centenari de la Revolució. Diu El universal:
"Dicen que en cine hay que evitar trabajar con niños y con animales, pues los primeros se distraen rápidamente y los otros no son un ejemplo a la hora de seguir indicaciones en un set de filmación. Pero Amat Escalante (Sangre y Los bastardos) no hizo mucho caso de esta premisa y decidió filmar el cortometraje “El cura Nicolás colgado” con ambos. El relato cuenta la historia de dos niños con un burro, que huyen de su pueblo, y se encuentran a un sacerdote en tierra árida. El corto forma parte del filme “Revolución”, que se estrenará en cines y televisión el día 20 de noviembre.

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“A los niños los encontramos con la misma técnica que he hecho en mis anteriores películas, buscarlos en la calles. Hay muchos niños en Guanajuato y vi como a 200, hasta que encontré a los protagonistas. Ya en el set sí resultaba cansado, pero los niños le dan otra energía a todo lo que se hace”, cuenta Escalante a EL UNIVERSAL. Y habla de corrido cuando se refiere al burro-actor. “Deja que llegue a las marcas (para no salir de cuadro), no lo puedes dejar en el sol porque de inmediato busca la sombra, ¡no es tan burro! Fue difícil, pero era la historia que quería contar”. Y de algo está completamente seguro: volvería a trabajar con niños, incluso en un largometraje, que requiere de más días de filmación. “Finalmente estaban sus papás, sabían qué se iba a hacer en el set y eso ayuda también bastante”, dice.
El camino de “El cura Nicolás colgado” inició hace tiempo, luego de que Amat leyó una nota en un diario. “Era sobre un pueblo del campo mexicano en el que, una noche, llegaron unas camionetas y secuestraron a todos los varones de entre 17 y 50 años, pero no había más información. “Cuando se lo platiqué a mi papá, me dijo que se los habían llevado para cultivar marihuana, que así le hacían. Y así fue saliendo el corto, no se ve eso que ocurrió de acuerdo con la noticia que había leído, pero me sirvió para ver qué pasaba después de un momento de gran violencia”, cuenta.
Y habla rápido cuando trata de acentuar la relación que tiene el cortometraje con su visión sobre los resultados de la Revolución mexicana, a 100 años de haberse iniciado.En algún momento, los protagonistas llegan a un restaurante de comida rápida. “Es lo que he visto en mi vida, el surgimiento de una invasión de cosas como Sams, Mc Donalds, algo que ha llegado mucho a México. La Revolución ha generado esta invasión que ya es normal para todos”, agrega el cineasta.

Un barcelonés criado en México

Escalante nació hace 30 años en la ciudad de Barcelona, España, pero ha pasado gran parte de su vida en Guanajuato. Es mexicano, pues. Su padre es pintor, así que le enseñó desde muy joven acerca de la estética de los cuerpos humanos, cuestión que explicaría la profusión de desnudos que pueblan sus historias. Comenzó a dedicarse de cierta manera al cine cuando tenía 15 años de edad. Realizó dos cortometrajes de los cuales difícilmente habla. Su afición al mundo de las imágenes cobró fuerza en esa época, según relata, al ver películas de Stanley Kubrick y Werner Herzog, al punto de la obsesión. Durante meses vio una vez al día “Naranja mecánica”, de Kubrick. Un día decidió conocer a Carlos Reygadas (Japón y Luz silenciosa) y se hicieron amigos. Luego le llevó el guión de “Sangre” y fue apoyado por Reygadas y el productor Jaime Romandía. Con “Los bastardos” llegó a Cannes y causó buena crítica.

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