martes, 19 de octubre de 2010

40 anys de la mort de Lázaro Cárdenas

El 19 de octubre de 1970, hoy hace exactamente 40 años, moria el general Lázaro Cárdenas del Río, presidente de Méxic (1934-1940). Aunque destacó por muchas mejoras en este país, entre ellas la reforma agraria, la creación de los ejidos o la nacionalización del petroleo, su personalidad y convicciones le pusieron del lado de la República Española al estallar la Guerra Civil de 1936.
Va ser precisament aquells anys en que la voluntat del president Cárdenas i la de la seva esposa, Amalia Solórzano, presidenta del Comité de Ayuda a los Niños del Pueblo Español, la que va fer que 456 menors òrfens viatgessin sota els auspicis del govern mexicà fins a Veracruz per ser acollits per families mexicanes, la majoria de les quals eren de Morelia, on se'ls va donar allotjament, menjar i educació. Van ser els coneguts nens de Morelia, una generació de canalla molts dels quals es van quedar a viure en un país que l'any 1938 els donava seguretat, un futur, i llibertat.
Por eso la primera semana de noviembre MEXCAT realizará un acto de homenaje a los Niños de Morelia en Barcelona al que se invitará a toda la comunidad.


La Vanguardia es va fer ressò de la mort de Cárdenas el dia 21 d'octubre. Cliqueu a Mas Informacion, si voleu veure la crònica on, evidentment, no diu res del seu suport a la República. L'any 70, a La Vanguardia encara no es podien publicar segons quines coses.

MÉJICO, 20. (Exclusiva de «The New York Times» para LA VANGUARDIA.)

Ha fallecido en su domicilio de esta capital el ex presidente mexicano Lázaro Cárdenas, a la edad de 75 años. Lázaro Cárdenas, el 45 presidente de Méjico, fue un dirigente de ascendencia india que revolucionó la economía de su país durante los seis años de su mardato presidencial, de 1934 a 1940, al expropiar las industrias petrolíferas extranjeras y efectuar una amplia reforma agraria. En los últimos años, Cárdenas se convirtió en un portavoz oficioso de los izquierdistas mejicanos. Cárdenas nació el 21 de mayo de 1895 en la aldea de Jiquilpán, Estado de Michoacán, y era hijo de una familia de peones campesinos. A la edad de 11 años se vio obligado a abandonar la escuela para poder ayudar al sustento de su familia. De esta manera trabajó como aprendiz de imprenta y al cabo de cierto tiempo ya organizó una cooperativa de impresores. A la edad de 18 años se unió al Ejército de la revolución mejicana. Primero luchó contra Carranza, pero más tarde se unió a él para rechazar a los contrarrevolucionarios de Huerta.
Cárdenas era un hombre alto, silencioso, cuyo rostro y ojos profundos revelaban la sangre india que llevaba en sus venas. Durante la revolución mexicana obtuvo ya el grado de general y en 1928 fue nombrado gobernador de su Estado natal. Michoacán. Entonces, después de actuar como presidente del Partido Revolucionario Institucional y de ocupar algunas carteras ministeriales, Cárdenas dimitió de todos los cargos para presentarse a las elecciones presidenciales. Durante varios meses viajó a caballo por todo el país, llegando hasta las aldeas más lejanas así como a las poblaciones más importantes. Cárdenas dirigió numerosos discursos a los obreros y a los campesinos, y finalmente fue elegido con el 80 por ciento de los votos totales.
Poco después Cárdenas se vería comprometido en una lucha política con el antiguo presidente Plutarco Elias Calles, a quien exilió del país. En 1937, al resultar elegido un nuevo Congreso que respaldaba más su política, inició su programa de profundas reformas agrarias, nacionalización de industrias y también comenzó una amplia campaña de alfabetización entre la población ampesina. racias a sus medidas, se distribuyeron entre un millón de campesinos más de 20 millones de hectáreas. El Gobierno también nacionalizó más de 16.000 kilómetros de ferrocarriles e incrementó el número de escuelas, pasando de 7.000 a 13.000.
La acción más dramática e, importante de la Administración de Cárdenas se produjo el 18 de marzo de 1938, cuando después de varios meses de graves disputas entre los sindicatos obreros y las compañías petrolíferas norteamericanas y británica, el Gobierno decretó la nacionalización de 17 firmas extranjeras que operaban en México, que habían realizado en el país una inversión de unos 450 millones de dólares.
Estas nacionalizaciones motivaron reacciones internacionales. Washington, como medida de represalia, decidió no comprar plata a Méjico, pretendiendo con esta medida debilitar la moneda mexicana. Después se celebraron largas negociaciones entre México y Washington. Finalmente, Cárdenas aceptó pagar indemnizaciones por las industrias nacionalizadas, aunque no se dio ninguna compensación a los norteamericanos que poseían grandes propiedades agrarias que habían sido también nacionalizadas.
Durante su mandato, Cárdenas también reprimió un levantamiento del general insurgente Saturnino Cedillo, en el Estado de San Luis de Potosí. Cuando los rebeldes bombardearon la ciudad de San Luis Potosí en mayo de 1938, Cárdenas se trasladó al frente de batalla y después de exhortar con un manifiesto a los insurgentes logra terminar cor la rebelión.
Antes de abandonar la Presidencia, Cárdenas concedió asilo político al revolucionario soviético León Trotsky, a pesar de varias protestas de la Unión Soviética y de los sindicatos de su país. Cuando se retiró, Cárdenas llevó una existencia bastante tranquila y raramente participó en la vida pública. Sin embargo, a finales de los años cincuenta volvió a intervenir en la política activa por considerar que el Gobierno mexicano se inclinaba cada vez más hacia la derecha, y empezó a hacer llamamientos públicos en favor de causas izquierdistas. Defendió entre otros a los estudiantes, cuyas manifestaciones fueron reprimidas por el Gobierno en septiembre de 1968. Su fuerte apoyo a Fidel Castro motivó duras críticas por parte del Gobierno. Al aceptar en 1955 el premio Stalin de la Paz, concedido por la Unión Soviética, causó nuevas polémicas en su país. Hace cuatro años, Bertrand Russell designó a Cárdenas como uno de los jueces que intervinieron en el Tribunal Internacional de Estocolmo, que condenó a los Estados Unidos por los crímenes de guerra cometidos en Vietnam.

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