sábado, 17 de enero de 2015

Amílcar Vargas participará en las II Jornadas de Arqueología de Casa Amèrica

El próximo febrero tiene lugar en Casa Amèrica la segunda edición de las Jornadas de Arqueología de Casa Amèrica. La primera de estas sesiones está dedicada a México, y en ella participa nuestro colaborador Amílcar Vargas, además de Álex Guerra.
El evento tendrá lugar el 17 de febrero próximo en casa Amèrica (C/ Córcega 299) según este programa.

19:00h. La arqueoacústica en México. Sonidos atrapados en el tiempo, por Alex Guerra Tena, historiadora, arqueóloga y escritora. 
Dar una palmada ante la pirámide de Kukulcán y escuchar el eco transformado en el chirrido de un quetzal; pasear por la pista del juego de la pelota en Chichén Itzá y comprobar al susurrar un secreto como se le escucha a una distancia de cien metros; escuchar cómo el viento pasa por los cilindros líticos resonando como un agudo silbido en las viejas ruinas de Tulum; admirar las pinturas de los músicos de Bonampak, o sobrecogernos con los graznidos de los silbatos-rana de Yaxchilán y los silbatos de la muerte hallados entre las ruinas de Mazatéptl... 
Son sólo algunas de las maravillas que encierran las viejas piedras de estos exponentes megalíticos del pasado mexicano, cuyos ecos y reverberaciones son estudiados por la arqueoacústica. Alex Guerra también presentará los últimas y espectaculares hallazgos de dos frisos mayas en Guatemala.

20:30h. La herencia de México en el Patrimonio Mundial de la Humanidad, por Amilcar Vargas, arqueólogo especialista en Patrimonio Mundial. 
México es el primer país americano, y el sexto mundial, con más lugares declarados Patrimonio de la Humanidad. Destacan centros históricos como los de Ciudad de México, Morelia, Oaxaca, Puebla o Zacatecas; zonas arqueológicas como Chichen Itzá, Tajín, Monte Albán, Uxmal, Palenque o Paquimé; y parques nacionales como Sian Ka'an, El Vizcaino, Gran Desierto del Pinacate y el Santuario de las Mariposas Monarca. 
Un Patrimonio de la Humanidad que implica el reconocimiento del valor universal excepcional de los bienes y el compromiso del estado mexicano para su conservación en beneficio de las generaciones presente y futuras. 

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